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El “Yo quiero mi MTV*” Síndrome (*Material Tangible Validación)

La siguiente reflexión fue motivada por una reciente discusión entre un grupo de nosotros que da o recibe ciertos tratamientos y sesiones de sanación  como  “medicina alternativa”. Hay inevitablemente algunas personas que lamentan “no sentir nada” mientras se están tratando. Yo sólo puedo comentar acerca de la modalidad de sanación que practico que es, sin duda, muy sutil. Como resultado de su esencia sutil, la mayoría de las personas no sienten mucho durante la sesión, estoy de acuerdo. O, más bien, no sienten de la manera que esperan sentir, la manera en la que están acostumbrados a sentir. Por lo que su conclusión es que no sienten y punto y, por lo tanto, que quizás no está sucediendo nada realmente.

Empiezan a dudar de la modalidad de sanación y de su proveedor. Muy bien, es bueno tener una mente crítica. Pero permíteme preguntarte : ¿Sientes que la tierra bajo tus pies se mueve y gira?  Y sin embargo ¿ dudas de que lo hace. El cambio del día a la noche, la visión del cambio celestial, tienden a ser pruebas que demuestran que lo hace, ya que la ciencia moderna nos dice que sucede, a pesar de que no puedas entender el mecanismo de cómo sucede . ¿Sigues insistiendo en que sólo puede estar sucediendo si puedes sentirlo?

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Además, me parece irónico el hecho de que, la mayoría de nosotros, vamos por la vida tratando de adormecer nuestros dolores y molestias con diversas drogas, el alcohol, las comidas pesadas, comportamientos compulsivos, etc., para no “sentir “, pero sin embargo esperamos “sentir ” exigiéndolo como “prueba de la validez ” de lo que parece ser demasiado bueno para ser verdad.

 Sin embargo, lo que verdaderamente me sorprende es que esta preocupación, esta demanda, a menudo persiste incluso después de que una persona ha obtenido una mejora evidente o, incluso, después de que se haya resuelto el asunto que dio lugar a que buscara ayuda en los lugares más extraños, después de que las modalidades de curación habituales no hubieran podido conseguir los resultados deseados.

Ya no se trata de un nivel de sutileza sino de hechos muy llamativos: mujeres y hombres con un problema de infertilidad que llegan a concebir, personas con migrañas recurrentes que ya no las tienen, personas con insomnio que son capaces de dormir sin medicamentos, personas con problemas específicos que desaparecen en un período relativamente corto de tiempo. No importa: muchos de nosotros seguimos estando más apegados a la adicción de la gratificación instantánea y a una comprensión lógica de un proceso, que a la resolución real de nuestros problemas. Así pues, en estos casos, ni las pruebas tangibles van a servir para validar la experiencia que ocurre realmente o ha ocurrido.

Attuned to the Subtle?Esto me recuerda una vieja fábula de La Fontaine . Una historia sobre un granjero que soñaba con hacerse rico y descubrió que una de sus gallinas había comenzado a poner un huevo de oro puro cada día. Como la fábula dice, el granjero no podía entender cómo la gallina hacía lo que hacía. No fue suficiente para él disfrutar del don que se le concedió. Era “demasiado bueno para ser verdad” y quería entender el proceso – y conseguir más riqueza por sí mismo de la misma manera. Así que mató a la gallina y la abrió. Por supuesto él no encontró nada que la hiciera diferente de las demás gallinas ponedoras. Y la fuente de su “magia ” se había ido para siempre …

(Muy bien Monsieur de La Fontaine, sé que en esta fábula daba su punto de vista sobre la codicia, pero sirve para ilustrar mi punto de vista también, así que gracias.)

Al final, ¿que es más importante? ¿Tener el control o recuperarse? ¿Gratificación instantánea o mejora a largo plazo? La próxima vez que pensemos “no siento nada” durante un tratamiento, una clase, una meditación, una oración, elijamos una fecha en nuestros calendarios para que más adelante podamos comprobar, al llegar a esa fecha – unos días, semanas, tal vez unos pocos meses más tarde – si hemos obtenido algún beneficio de esas “nadas sutiles”.

Que todos podamos llegar a aprender a escuchar el silencio y sentir lo sutil. Sat Nam.